En primer lugar, los paraguas deben ser de un tamaño adecuado para circular por la calle. No podemos pasearnos por las estrechas veredas de nuestras ciudades con esas sombrillas que nos obsequian algunas marcas, o con esos paraguas gigantes que le impiden la visión a quienes vienen detrás nuestro.
También debemos tener en cuenta que debemos levantar nuestros paraguas cuando nos cruzamos con señoras, personas mayores y de menor tamaño que el nuestro, para no obstaculizar el paso. Por el contrario, debo bajar mi paraguas si la persona que viene de frente es de una altura mayor a la mía.
Si comparto mi paraguas con otra persona, debe llevarlo la persona de mayor altura. Otra cosa que debemos recordar es que es necesario plegar y sacudir nuestro paraguas antes de entrar a cualquier sitio, lo mismo que antes de subir a cualquier vehículo.